Playas del norte,
calor y aventura

Guido Sánchez Santur
sasagui35@gmail.com

La vida en el mar es más sabrosa. Esta frase –extracto de la letra de una canción- resume lo agradable y satisfactorio que resulta disfrutar el verano en las playas del norte peruano, ahí donde el sol es más intenso desde que aparece por el Este hasta su ocultamiento en el Oeste. Esto son escenarios apropiados para quienes recibir el año nuevo escuchando el batir de las olas del mar y respirando el aire más fresco.
Ese circuito de playas puede comenzar a 10 minutos de Huarmey (Ancash), donde está Tuquillo con hospedajes que se ubican a ambos extremos en las zonas más altas. Este es un lugar tranquilo y sereno con un islote a unos cincuenta metros de la orilla, de aguas son turquesas y arena oscura. En los islotes se posan las aves guaneras como el piquero o el mismo guanay, y las infaltables gaviotas.
Más acá está La Pocita, realmente es una orilla rocosa con aguas que se juntan en pequeñas pozas, de allí su nombre. Es ideal para un chapuzón en sus aguas claras sin temor de las olas. No es extraño ver embarcaciones artesanales en esta playa porque la pesca es muy buena aquí.
En La Gramita hay una nueva cadena de acantilados que muestran buenos ángulos del litoral. A todo este conjunto se le conoce como los Corralones. Asimismo, encontramos la playa Culebras, con un paisaje interesante por la cantidad de dunas.
En Casma está el balneario de Tortugas, en el kilómetro 395 de la Panamericana Norte, en una espléndida herradura de aguas azules y turquesas. A 10 minutos de Tortugas, por un camino de tierra, se halla Rincón de los Piños, que ofrece olas rizadas y de largo aliento y, al frente, se levanta la isla La Viuda, así llamada porque en sus peñas naufragó la fragata Mercedes en 1852, en la que se ahogaron mil 200 soldados, incluido el comandante de la nave, cuya esposa, sobrevivió a la tragedia.
En La Libertad destaca Puerto Morìn un hermoso pareja dotado de un ecosistema natural que va camino a convertirse en una reserva ecológica, por sus humedades, su composición geográfica y su extensa playa.
En Trujillo, Las Delicias es un playa muy limpia y de aguas tranquilas. Y la emblemática del norte: Huanchaco, con sus afamados caballitos de totora utilizados por los pescadores. Antiguos relatos locales hablan de un gran señor, Takaynamo, que llegó desde el otro lado del océano en grandes balsas de totora. Mito o realidad, lo cierto es que los peruanos utilizan la totora para construir embarcaciones desde hace 3.000 años.
Malabrigo se impone con la ola más larga del mundo, atractivo especial para los corredores de tabla Hawaiana, pero también propicia para el descanso, gracias a sus confortables establecimientos de hospedaje.
Pacasmayo, en el kilómetro 667 de la Panamericana Norte, es estupenda para los tablistas y para los cultores de la buena mesa, pues preparan un chinguirito -plato a base de pescado seco- de indescriptible suculencia.
Llegamos a Lambayeque y nos topamos con Pimentel, donde el sol hace sentir su presencia entre los meses de diciembre a abril. Su gente es cordial, aunque sus playas no tienen el mismo encanto, que las de Trujillo.
Piura y Tumbes cuenta con playas muy agradables, es el destino favorito de cientos de familias procedentes de Lima. Son escenarios tranquilos y aguas calientes, arenas blancas y finas, así como tenues variaciones de temperatura a lo largo del día y del año, pero mucho calor en el verano.
En esta parte del litoral peruano es posible gozar de la interesante combinación de un mar tranquilo y apacible y olas largas y perfectas que parecen nunca acabar. Estas playas están consideradas entre las más hermosas del país y de las costas del Océano Pacífico, características que las hacen muy especiales,.
Estas playas se encuentran distribuidas en el extremo norte de la costa, entre los kilómetros 886 y 1374 de la Carretera Panamericana Norte. Su acceso es por vía terrestre, desde Tumbes y Piura, recorriendo tramos cortos. En general, el trayecto es apto para todo tipo de vehículo. Existen servicios de buses, colectivos, combis y taxis con rutas directas desde los aeropuertos de las ciudades de ambas regiones.
A principios de 2008 Promperú lanzó la campaña “Tumbes y Piura, un paraíso natural a tu alcance”, como parte de la campaña de turismo interno enfocado a aprovechar la conectividad vial y cercanía de ambas regiones. Las extensas playas, su cálido mar, el radiante sol, la diversión y la exquisita gastronomía son los principales elementos que hacen de nuestro viaje una estadía placentera y lo más satisfactoria, experiencia que se quedará impregnada entre lo más relevante de nuestra historia personal.

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