Guido Sánchez Santur
Dejamos atrás el intenso frío de Trujillo y amanecemos en la calurosa Talara (Piura) que nos recibe con sus abrigadores rayos de sol tropical. Después de un reparador desayuno, en base al incondicional pescado, proseguimos a Negritos (capital del distrito La Brea), situado a 13 kilómetros de la ciudad petrolera, a través de una carretera asfaltada.
Antes de ingresar a Negritos nos sorprenden unas enigmáticas formaciones geológicas plasmadas en aquellas elevaciones próximas al mar, ondulaciones cinceladas por las ráfagas de viento y las torrenciales lluvias que cayeron en los últimos fenómeno de El Niño.
Mas allá advertimos franjas naturales de diferentes coloraciones en los cortes verticales del suelo, a manera de fajas, que dividen en varias capas la corteza terrestre, como evidencia de las diferentes etapas geológicas.
Hemos descendido del vehículo y caminamos rumbo al Bosque Petrificado. Una ráfaga de viento constante nos golpea el rostro mientras nos desplazamos por la colina del cerro, bajo un radiante sol, y de fondo tenemos un mar azul que de rato en rato deja escapar una refrescante brisa.
Sin embargo, el calor ni el viento nos desalientan, seguimos el trayecto hasta encontrar los primeros troncos fosilizados que se mimetizan con el suelo arenisco, son pedazos de madrea convertidos en piedra con el transcurrir de los años. Lo más impresionante es que mantienen su forma primigenia, aunque no hay indicios de las ramas.
Uno tras otro los observamos en detalle hasta que llegamos al más impactante, aquel con un espesor de al menos 60 centímetros y 10 metros de largo. Una verdadera maravilla ante nuestros ojos.
Tampoco deja de sorprendernos que esta maravilla natural permanezca desprotegida, a consecuencia de lo cual algunos vándalos destrozaron varias piezas de madera fosilizada.
Dos paleobotánicos estadounidenses de Clarke University (Massachussets) y Florissant Fossil Beds National Monument (Colorado) visitaron este yacimiento en 2005 y confirmaron su interés científico que proporciona una de las pocas evidencias de un bosque tropical en tierras bajas del Eoceno inferior en la región noroeste del continente sudamericano.
Según los expertos, estos troncos fósiles que afloran por meteorización de las areniscas, en su mayoría son plantas monocotiledóneas (palmeras), aunque no se descarta que hayan dicotiledóneas. Pero aún falta precisar la evolución paleoambiental y los aspectos tafonómicos de esta acumulación de madera petrificada.
Similares hallazgos hubo en la provincia andina de Santa Cruz (Cajamarca) y en Puyango (Loja, Ecuador). Los de Talara datan de entre 45 y 50 millones de años, según los análisis de carbono 14 a los que fueron sometidos. También hay conchalitos que datan de 2,5 millones de años, evidencia que este lugar fue lecho marino.
Los troncos fosilizados no son restrictivos a este espacio, también los encontramos entre las enormes rocas que adornan el paisaje en las orillas de la playa Punta Balcones (la más occidental de Sudamérica), cuyos acantilados presentan formaciones con apariencia de haber sido esculpidas por expertos artistas talladores, pero nos convencimos que son el resultado de la acción abrasiva del viento que arrastra arena.
Este paraje es preferido por los pescadores que desde lo alto lanzan el cordel con la esperanza de capturar el mejor ejemplar. A la vez que abajo, entre las rocas pulimentadas por el constante batir de las olas, caminan lentamente coloridos cangrejos de hasta tres variedades, caracterizados por sus exóticos colores.
Al fondo, el litoral marino, complementan el paisaje las plataformas metálicas de las empresas extractoras de petróleo. Un espectáculo aparte lo presentan las aves y mamíferos marinos que se acercan periódicamente al litoral: delfines, ballenas y el lobo chusco, cuyas colonias se concentran en Punta Balcones, donde se encontró que además desovan las tortugas marinas.
En el trayecto del Bosque Petrificado a Punta Balcones, desde la carretera, avistamos Las Salinas, un yacimiento de sal que era explotado desde la época preinca y aún continúa explotándose.
Punta Balcones es una de las playas más limpias del norte, preferida por los bañistas limeños y de las ciudades del sur de Ecuador, durante la temporada veraniega.
En esta ruta nos acompañó el jefe del área de Turismo de la Municipalidad Distrital de La Brea, Freddy Castilla Veintemilla, quien aseguró que al atractivo de las playas, la biodiversidad del ecosistema costero y el bosque petrificado, se suma la pampa de La Brea que destaca por la presencia de fósiles de vertebrados (aves y reptiles) fechados en el pleistoceno superior (entre los 38 mil y los 11 mil años).
Una visita a este lugar es un recorrido por la historia de la evolución de las especies animales y vegetales, sin dejar de lado el esparcimiento y la exquisita gastronomía. ¡El calor del norte te espera¡
MAS INFO
La municipalidad distrital de La Brea tiene un proyecto de puesta en valor del Bosque Petrificado valorizado en un millón 500 mil soles para la primera etapa que se iniciaría en 2012. El Bosque Petrificado comprende 30 hectáreas, además de Punta Balcones y la primera refinería prehispánica que producía brea que supuestamente era llevada por civilizaciones de otras latitudes que venían a través del mar para la protección de sus embarcaciones.
Castilla Veintemilla aseguró que la comuna distrital tiene lista una ordenanza para declarar intangible esta área natural y luego tramitar que el Gobierno Nacional haga lo propio, tras lo cual se coordinará con la empresa privada la ejecución proyectos turísticos, con la finalidad de potenciar las visitas.
3 comentarios:
Excelente nota.Talara es màs que una ciudad petrolera.Esperemos que las autoridades inviertan en desarrollar la protecciòn de estas zonas turìsticas y su desarrollo.
Nunca hay presupuesto para lo que realmente es importante.
Romy
Maravilloso y siempre sorprendente Perú.
muy buena nota .... pero como llegar hasta el bosque petrificado
juan carlos
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