Chiquitoy o Chicutoy (Santiago de Cao, Ascope) es un pueblo que abriga una historia milenaria, escenario de una de las culturas más importantes del norte peruano: Moche. Durante la Colonia y la República se caracterizó por su elevada producción agrícola y en esta etapa contemporánea se impuso con el cultivo de la caña de azúcar, gracias a la presencia de los hacendados.
Como muestra de este esplendor aún queda esa hermosa casa-hacienda de amplios patios, puertas elevadas, anchos ventanales y cómodas habitaciones; así como una locomotora que jalaba los vagones en los que se transportaba el azúcar a los puertos liberteños. Por eso, recorrer sus calles es como adentrarse en una página más de nuestra historia.
Entre los años 1000 y 800, en estos valles, floreció la cultura Moche que demostró un alto conocimiento de la ingeniería hidráulica. Luego, en este territorio, se asientan los chimús y después los incas, cuyas construcciones en barro todavía se evidencian.
Además de Chan-Chan, los chimú levantaron una ciudad en cada valle, algunas de las cuales llegaron a ser casi tan grandes como la propia capital, por ejemplo, Chiquitoy Viejo (Chicama), Pátapo (Lambayeque), Pacatnamú (Jequetepeque) y Purgatorio (valle del Leche).
Chiquitoy se convirtió en el principal centro administrativo Inca, provocando la decadencia de Chan Chan. Una de las principales funciones que cumplían los Incas en este lugar era inspeccionar los bienes que se enviaban desde el corazón Chimú a la capital inca, en Cuzco.
Con el arribo de los españoles, según Miguel Feijóo, entre 1538 y 1540 se fundaron los pueblos de indios: Santiago de Cao, Magdalena de Cao, Chocope, Licapa, La Concepción y Chiquitoy.
Chiquitoy fue originariamente uno de los repartimientos asignados a los conquistadores que residían en Trujillo y en el valle Chicama. Felipe Guamán Poma de Ayala (1536-1616) refiere que estos indios e indias eran muy limpios y pulidos.
Este centro poblado se empieza a constituir con indios, mestizos, mulatos, esclavos, negros libres y españoles. Estos últimos desplazaron a los indios de Chiquitoy Viejo y los colocaron en el lugar que ocupa actualmente la ciudad. Entonces, los indios que quedaron eran muy pocos y los negros empezaron a llegar como fuerza de trabajo.
En la República se cultivó uvas, plátanos, peras, olivos, higueras, naranjas y ciruelos, los que ya no están en su mayoría; por el contrario, todavía se mantienen en pie los antiguos ficus sembrados a finales de los años 1600 por la familia Del Risco.
Antes que Chiquitoy sea Cooperativa y luego Club Cooperativo se le llamaba huerto de la hacienda o simplemente huerta hacienda. El ex club presenta dos canchas deportivas, un estadio, una plaza de toros, un coliseo de gallos, una laguna, una piscina para niño y una de adultos, duchas, sombrillas, vestidores y un gran espacio ideal para camping y esparcimiento familiar.
La plaza de toros está ubicada al noroeste del ex club y tiene un diámetro de 34,5 metros. Se la utiliza actualmente sólo en la fiesta patronal de San Martín de Porres, a fines de noviembre cuando se programan corridas.
El visitante también tiene la oportunidad de apreciar la locomotora que se encuentra sobre una huaca preinca, única de esa particularidad. Fue construida en 1902 por la empresa The Baldwin Locomotive Works en su sede central de Filadelfia (EE.UU). Esta misma empresa construyó más de 80 mil locomotoras de diversos tipos en sus 118 años de funcionamiento.
Esta locomotora llamada El Torito No. 5 fue restaurada el 2008 por encargo de la empresa Agraria Chiquitoy y estuvo a cargo de mecánicos de la localidad que pusieron todo de sí para que no perdiera su parecido inicial.
Se trata de una máquina de vapor que la manejaban dos personas: el maquinista responsable de controlar la locomotora y el tren en su conjunto; y el fogonero, a cargo del fuego, la presión y el agua. Tenía un ténder porque llevaba consigo el carbón y agua.
Se la empleaba para trechos pequeños y comenzó a funcionar cuando Chiquitoy era administrado por el arrendatario Víctor Larco Herrera. Fue usada exclusivamente en el transporte de caña, azúcar y personal. Su combustible predominante fue el carbón, aunque también se usó la madera y el bagazo de la azúcar de caña.
Por: Guido Sánchez Santur
sasagui35@gmail.com
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