Verdor y tradición en el corazón de Guayaquil

Por: Guido Sánchez Santur
En sí misma, la ciudad es atractiva. Llama la atención el orden del tránsito vehicular, gracias a sus pasos a desnivel, puentes y túneles, y claro, su abundante vegetación en cada espacio libre. Esto parece una filosofía no sólo de las autoridades, sino también de los ciudadanos, pues de las viviendas y locales de empresas e instituciones, cual brazos agigantados, se extienden frondosas ramas de los árboles que se cultivan en los jardines.
La maravilla es el caudaloso río Daule, sobre cuyo cauce se extiende un enorme puente que lo une con el sur del país. En una de sus orillas se impone uno de los más cercanos atractivos naturales: el Parque Histórico de Guayaquil (Ecuador), que deja extasiado a cuanto visitante se adentra entre su vegetación.
Este es un espacio de ocho hectáreas que nos transporta a la antigua provincia de Guayaquil del siglo XIX, a través de tres zonas: tradiciones, urbano arquitectónica y de vida silvestre. Está ubicado en la avenida Esmeraldas, a la altura del kilómetro 1,5 de la avenida Samborondón y forma parte de un programa cultural, medio ambiental, educativo recreativo y turístico a cargo del Banco Central del Ecuador.
Se trata de un museo de estilo de vida que recoge los procesos culturales que transitó esta región, desde la “tierra del mullu (spondylus)” hasta convertirse en la provincia del Cacao.
En la Zona de Tradiciones se expone la vida rural del agro costeño de fines del siglo XIX y comienzos del XX, rescatando las raíces históricas y las tradiciones, que están vinculadas a la agricultura y la ganadería, especialmente el cacao que trajo consigo una gran prosperidad económica a la región.
Este escenario histórico está representado por la Casa Hacienda San Juan y la Casa Campesina, incorporadas a un ambiente de plantaciones y aves de corral similar al de su entorno original. El sitio está ambientado con personajes que recrean la forma de vida montubia (etnia que se caracteriza porque sus miembros son dicharacheros con un léxico recargado de humor; sencillos, generosos y mantienen viejas costumbres, mezcladas con lo moderno).
En este espacio se reconstruyeron edificaciones que fueron muy importantes en la vida urbana de la ciudad, y cada domingo se escenifican obras teatrales que recrean las tradiciones de antaño, especialmente la rutina del hacendado y el peón de aquella época; además de preponderancia de la mujer en el hogar.
Además se cultivan huertos etnobotánicos, donde los visitantes observan una variedad de plantas nativas y endémicas de la región.
La Zona de Vida Silvestre se trata de un área boscosa que alberga especies nativas y endémicas representativas de la región costa, algunas de las cuales se encuentran en peligro de extinción, y que las podemos visitar a través de una red de puentes de madera elevados, diseñada en función de los escenarios naturales existentes.
Es un privilegio encontrar cuatro ecosistemas: Bosque seco Tropical, Bosque de Manglar, Bosque de Llanura Inundable y Bosque de Garúa, donde habitan 30 especies en exhibición y otras en estado silvestre. Esto sustenta el propósito del parque que no sólo es ofrecer entretenimiento, sino también educar a la colectividad en el conocimiento de la riqueza natural y la necesidad de preservar, a fin de que las nuevas generaciones valoren un hábitat que está muy cerca de la ciudad.
La Zona Urbano Arquitectónica acoge edificaciones, de valores histórico y arquitectónico, construidas a fines del siglo XIX y comienzos del XX, rescatadas por el Banco Central en los años 80 y posteriormente trasladadas a este parque para su restauración y reconstrucción. En este lugar se integran el Malecón 1900, la estación fluvial, el carro urbano y la presencia de personajes vestidos a la usanza de la época, con lo cual se recrea la ciudad de Guayaquil de inicios del siglo pasado.
Al terminar este recorrido nos queda la sensación de habernos adentrado en esa densa naturaleza, la historia, la cultura y las tradiciones de los guayaquileños que ellos las viven y las sienten con intensidad. Éste es un apretado mosaico que lo ofrece Ecuador a los visitantes.
CIUDAD DE CONVENCIONES
Su ubicación geográfica, el clima, sus recursos naturales y su importante cambio urbanístico han convertido a Guayaquil es una ciudad cosmopolita propicia para la organización de una serie de eventos.
A esta ciudad se le considera el puerto y puerta de entrada al Ecuador y cuenta con una moderna infraestructura gracias a las recientes inversiones empresariales (hoteles, restaurantes, transporte, auditorios, etc.), lo que le imprimen características propicias para el turismo de incentivos y de convenciones y eventos.
A través de esta ciudad se accede vía aérea al Ecuador a través del aeropuerto internacional José Joaquín de Olmedo; y vía marítima por el puerto de Guayaquil a donde han arribado numerosos cruceros; además, cuenta con un moderno terminal terrestre a donde llegan y parten buses que cubren las diferentes rutas del país.
Esta ciudad permite recoge la esencia de su gente y las costumbres recogidas de todos los emigrantes radicados acá. Esto le valió para que Guayaquil sea premiada y reconocida internacionalmente, de tal manera que en junio de 2004 varios alcaldes latinoamericanos llegaron a observar su modelo de desarrollo. Esto impulsó a la Cámara Provincial de Turismo del Guayas, desde octubre el 2003, a emprender acciones encaminadas a posicionar la imagen de la ciudad a través del Buró de Convenciones e Incentivos.
Guayaquil es capital de la provincia Guayas y tiene 2 millones 200 mil habitantes. Su puerto marítimo es el de mayor movimiento de productos no petroleros del Ecuador.
Es muy interesante visitar y apreciar el Guayaquil histórico y el barrio de Las Peñas, además el Palacio Municipal, la Torre del Reloj, el Malecón 2000 y el Estero Salado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Las Tradiciones,como todo evolucionan ò se vuelven obsoletas.Allà donde no exista Tradiciòn no evolutiva,refleja una sociedad no estancada y llamada a Morir.
Interesante datos,para conocer

Unknown dijo...

Comparto tu reflexión. La tradición es lo más grandioso de lso peublos.