VIRGEN DE LA PUERTA

Los famosos mantos
y regalos de la Virgen
Guido Sánchez Santur
Es tan milagrosa que dos presidentes de la República le entregaron presentes especiales, pero sobretodo la diversidad de ofrendas de los miles de fieles que en cada festividad se congregan frente al santuario para implorarle su intercesión. Ahora no estamos en tiempos de celebración, es un día soleado, como cualquiera otro en Otuzco. Estoy en la puerta de la iglesia, la gente entra y sale incesantemente en pos de la sagrada imagen de la Santísima Virgen de la Puerta, que está en su altar, con la mirada fija hacia la Plaza de Armas.
Antes de subir al altar religiosamente, los devotos, ingresan a la iglesia con sus velas o cirios que encienden mientras dicen oraciones con las manos pegadas al pecho y la mirada al frente, o simplemente se persignan para luego rezarle a la virgen, mirándole al rostro.
También es conocida como La Mamita a quien los mandatarios, el coronel José Balta y Montero, y Alejandro Toledo Manrique, le hicieron llegar hermosos mantos en agradecimiento a los favores concedidos.
El primero lo hizo en retribución porque ella lo ayudó en la victoria de la revolución de 1868, lo cual motivó que le mande a confeccionar en París un manto de tisú color perla bordado con hilos de oro y piedras preciosas. Este fue llevado hasta Otuzco por un edecán, en setiembre de 1870. Toledo Manrique personalmente le entregó un manto blanco en 2001, tras ganar las elecciones generales que lo llevaron a gobernar el país en los cinco años siguientes. En esa ocasión también le prometió a la Virgen y al pueblo otuzcano la construcción de la carretera Shirán-Otuzco, obra que luego hizo realidad. Pero antes, en octubre de 1943, el Papa Pío XII, a través del monseñor Fernando Cento, le envió un manto, a propósito de la consagración de la virgen.
Como estas insignes personalidades, son cientos los devotos que le han entregado mantos, de tal manera que la Virgen tiene más de mil y están programados para que se los cambie cada 15 días hasta el 2018, y hasta el 2030 los que lucirá sólo en las fiestas de diciembre.
A ello se suman la infinidad de obsequios, tales como réplicas de zapatos y zapatillas de todos los modelos; así como diversas joyas de oro, plata y fantasía, coronas, aretes, prendedores, etc. Los más valiosos están guardados en una bóveda por medidas de seguridad. La mayoría de estas piezas y enseres se exhiben en el Museo Religioso que está a un costado de la iglesia principal, donde era el antiguo templo que fue acondicionado para esos fines.
Angelina Cortijo Angulo es la administradora del museo. Ella nos cuenta que éste fue fundado en 1995 en su antiguo templo que quedó pequeño para los miles de devotos. Antes de estar en el museo Angelina se dedicaba a darle mantenimiento a la virgen, le hacía limpieza y la cambiaba, pero también vendía imágenes, medallas, estampas, réplicas, cuadros y fotos.
Como ella, ahora hay alrededor de 12 jóvenes y adultos que se apostan en las afueras de la iglesia, ofertando sus imágenes, velas, cirios, etc. para que los devotos veneren a la imagen. El 27 de octubre de 1983 la Sagrada Imagen de la Virgen de la Puerta, es trasladada en forma definitiva a su Santuario, posteriormente la Iglesia Matriz es restaurada por la Hermandad, y convertida en lo que actualmente es el Museo Religioso.
UNA DEVOCIÓN DE SIGLOS
La devoción a la virgen en todo el Norte del Perú se origina en un milagro que contiene una auténtica lección: es imposible que Nuestra Señora no venza todos los imposibles. Eso ocurrió en el siglo XVII el más esplendoroso del Virreinato del Perú y de intensa fe, cuando en 1674, a la altura de Huanchaco, se avistó una flota pirata que venía de cometer crímenes en el puerto de Guayaquil y en la próspera villa de Zaña, hoy desaparecida, donde falleciera el Arzobispo de Lima, Santo Toribio de Mogrovejo en 1606.
Los trujillanos quedaron atemorizados con la aproximación de esa flota y enviaron emisarios a todas las ciudades y villas de la región, entre ellas a Otuzco, situada a 70 kilómetros de distancia. En su desesperación, como recurso extremo, la población colocó en la puerta de la ciudad una imagen de Nuestra Señora de la Concepción, devoción que las órdenes religiosas habían popularizado antes de la proclamación de su dogma por Pío IX, en 1854. Tres días y tres noches la gente permaneció orando junto a los pies de la imagen, aguardando el temido ataque.
Y sucedió lo increíble, los piratas no atacaron. Entonces la imagen de la Virgen fue llevada en procesión hasta el interior de la ciudad, y en agradecimiento le construyeron un santuario en la puerta de la ciudad. Así nació la devoción a la Virgen de la Puerta, entonces las numerosas iglesias de liberteñas incluyeron una réplica suya próxima a la puerta de entrada.
La fama de la imagen en la región determinó que con ocasión del Congreso Eucarístico Nacional realizado en Trujillo, en 1943, fuera coronada canónicamente con presencia de un Legado pontificio, el 27 de octubre de aquel año.
SORPRENDENTE RELATO
Entre los numerosos hechos admirables que ocurrieron por mediación de la Virgen de la Puerta, el más conocido es el “milagro del anillo”. Cierta vez, poco antes de comenzar la novena de su fiesta, llegó a pie a Otuzco, procedente del poblado Chimur, una devota muy pobre que deseaba mandar a celebrar una misa durante la novena, por una intención particular muy apremiante.
Como no poseía dinero, pidió limosnas en todo el pueblo hasta obtener la cantidad suficiente. Pera satisfacer a última hora ese deseo durante la fiesta de la Patrona era imposible, debido a los múltiples pedidos de misas que se acumulaban para esas fechas. Desconsolada, la pobre mujer comenzó el viaje de regreso a su pueblito. A mitad de camino se encontró con una joven señora, de porte majestuoso, quien le entregó un precioso anillo y le aconsejó volver inmediatamente a Otuzco y renovar al padre el pedido de la misa. Sin referirse a ese inesperado encuentro, la devota siguió la recomendación y retornó a la casa parroquial.
Es de imaginarse la sorpresa del sacerdote, al reencontrar aquella humilde mujer que insistía en la celebración del santo sacrificio, mostrándole la joya que él conocía perfectamente: era, ni más ni menos, el valiosísimo anillo usado por la Virgen de la Puerta en su altar. Nadie había notado su desaparición. Y no le sería posible a la pobre mujer apoderarse de esa joya en aquellos días, en medio de la multitud de fieles. Ante tal demostración de predilección de la Madre de Dios por aquella fiel devota, el sacerdote inmediatamente concordó en celebrar la misa.

1 comentarios:

JULIO PONCE dijo...

yo quisiera saber si los siguientes apellidos son oriundos de otuzco: polo, hurtado, lazaro, argomedo.

afinales del siglo 19 habia en la ciudad de otuzco un corral llamado chunguran y otro corral llamado las tres piedras yo quisiera saber a que familias pertenecian dichos corrales su historia,etc.

a finales del siglo 19 cuales eran las familias mas importantes y conocidas que habian en otuzco, se pueden comunicar conmigo a mi email: poncejulio2001@mixmail.com